Los sistemas de vapor en cascada se utilizan cuando la presión y la temperatura de vapor deseadas cambian gradualmente a través del proceso. Son ideales para los sistemas que requieren progresivamente menos temperatura.
El vapor de la caldera entra en la sección del proceso que requiere la mayor cantidad de calor. Una parte del vapor se condensa y libera su calor latente. Cuando el vapor y el condensado salen de la sección del proceso, están a una presión más baja. El condensado se separa del vapor de arrastre y se devuelve a la caldera. El vapor de arrastre alimenta la siguiente sección del proceso a una presión y temperatura más bajas.
